San Cristóbal de Las Casas, Chiapas
a 29 de noviembre de 2016
A los medios de comunicación
nacional y del extranjero
A los organismos defensores de
los derechos humanos
A las organizaciones populares,
democráticas e independientes
Al pueblo en general
Se cumplen 14 meses del asesinato
político del compañero Héctor Sántiz López, crimen cuya responsabilidad es del
Estado mexicano, y el Frente Nacional de Lucha por el Socialismo (FNLS) condena
el actuar represivo, impune y la dilación del Estado mexicano y sus estructuras
con relación al asesinato del compañero, así como de otros crímenes de Estado
cometidos contra nosotros y al pueblo en general.
Por enésima ocasión denunciamos
que el asesinato de nuestro compañero es responsabilidad del Estado mexicano y
las instituciones que dependen de éste en Chiapas, e intentan condenarlo al
olvido. Actitud que muestra la indolencia, dilación e impunidad del Estado
mexicano contra los pobres del campo y la ciudad que han perecido por la
barbarie de las fuerzas represivas.
En ese contexto el Estado
mexicano, de una y varias maneras, busca acabar con la organización del pueblo,
el FNLS da cuenta de ello. Desde el mando único se despliega las fuerzas
represivas contra las comunidades organizadas en nuestro proyecto político y la
represión es sistemática contra nosotros.
Muestra de ello, el 20 de
noviembre de 2016 el ejército mexicano intentó desalojar y amenazó con detener
a los compañeros de Altamirano y del ejido Las Perlas, municipio de Altamirano;
el Estado mexicano insiste mediante sus fuerzas represivas minar la
organización y resistencia de los compañeros del ejido El Carrizal, municipio
de Ocosingo como del resto de las comunidades integrantes del FNLS.
La represión contra nosotros es
un fenómeno que amenaza ejecutarse de manera selectiva y masiva donde tenemos
presencia y arraigo, de ese modo, el Estado mexicano no solo intenta acabar con
nuestro proyecto político, sino aterrorizar al pueblo para detener todo proceso
organizativo.
Por lo tanto, no son hechos
fortuitos o casos aislados de la realidad de muerte y represión que existe a lo
largo y ancho del país, tiene objetivos claros y definidos, garantizar las
ganancias de la oligarquía en este momento histórico marcado por la crisis
económica del capitalismo en nuestro país.
De esa magnitud es la obra
criminal del gobierno mexicano contra los trabajadores del campo y la ciudad,
labor que no podemos comprender sin el terrorismo de Estado, porque la
profundidad a la que ha escalado esa política gubernamental, refleja el
servilismo hacía los dueños del capital que se imponen mediante un estado
policiaco militar y el paramilitarismo como punta de lanza contra los pueblos
organizados.
De ahí que el Estado mexicano sea
el responsable de los crímenes de lesa humanidad que se cometen a lo largo y
ancho del país, en consecuencia, el caso del compañero Héctor no es ajeno a esa
larga lista del terror.
Ante la exigencia de justicia por
cada víctima del pueblo, la respuesta del Estado y sus instituciones ha sido la
dilación, impunidad e indolencia por lo que constituye política de Estado, con
la cual pretende diluir su responsabilidad en todos los crímenes de lesa humanidad.
En ese contexto, el pueblo y sus
organizaciones, bajo ninguna manera debe dejar los crímenes de Estado
sepultados en el olvido, es necesario desenmascarar la autoría del Estado
mexicano en cada uno de los crímenes de lesa humanidad, el carácter antipopular,
profascista y proimperialista del régimen actual y mantener la bandera de lucha
de exigencia de juicio y castigo a los responsables de estos crímenes porque
las víctimas son los hijos del pueblo.
Cada víctima del pueblo, es una
razón para luchar, de indignación y coraje a volcar en las calles y plazas
públicas para exigir justicia y castigo por cada crimen de Estado cometido
contra el pueblo, además, ¿por qué esperar a ser víctimas de las balas asesinas
de las fuerzas represivas para organizarnos?
Defender los intereses del pueblo
y luchar por mejores condiciones materiales de vida no es un crimen, sino, el
derecho legítimo a luchar por la vida y mejores condiciones materiales de
existencia de cada uno de los trabajadores del campo y la ciudad.
No permitamos más humillaciones,
los atropellos del gobierno mexicano son muchos, entre ellas, la imposición de
las leyes neoliberales, y el pueblo ha dado muestras claras de descontento a
causa de esa legalidad burguesa, lo que exige de todos los sectores populares
ante el terrorismo de Estado es: organización y resistencia con carácter
combativa.
Desde esta tribuna de denuncia,
condenamos los actos de terrorismo de Estado contra el magisterio del bloque
democrático de la sección 07 de la CNTE-SNTE, que a través de pistoleros y
agentes estatales el gobierno de Chiapas Manuel Velasco Coello, pretende
socavar, someter con un baño de sangre la voluntad de lucha por la defensa de
la educación pública, de los trabajadores de la educación.
¡Alto al terrorismo de Estado!
¡Justicia y castigo por todos los crímenes
de Estado cometidos contra el pueblo!
¡Alto a la militarización y
paramilitarización del país!
¡Por la unidad, obrero, campesino y
popular!
Frente Nacional de Lucha por el Socialismo